El Silencio es el Verdadero Lenguaje de las Almas

El Silencio es el Verdadero Lenguaje de las Almas

jueves, 29 de septiembre de 2016

Dolor...

Qué curioso es el dolor. Cómo nos desarma, nos rompe y desgarra. Es silencioso, sabe jugar sus cartas, elige el momento preciso en el cual ya no lo sientes, está dormido; triste ingenuo, él no duerme, espera su momento.
Ese día, esa hora, ese instante que sientes que lo controlas todo, que eres invencible, que nada te vulnera ya, y sobre todo, que has olvidado.

Ese... Justo ese. Es cuando aparece, en forma de recuerdo, en forma de suspiro ajeno, en forma de quejido interno que te desploma, que te desmorona, y te devuelve a tu sitio. A su lado.

Quizás un día se vaya, sin más, sin darte cuenta; dejará de envenenarte, de retorcer tus entrañas, de nublar tu alma y dejarte ver más allá de su oscuridad impuesta.

Pero hasta entonces, seguirá ahí, vigilando en silencio, al acecho, para que en ese suspiro, te atrape de nuevo.

P.D.: Cada uno tiene su dolor particular, esa persona con la que se ceba el dolor, y sí, es difícil de olvidar.

martes, 27 de septiembre de 2016

Mil recuerdos y una carta...

Hace tiempo, mucho tiempo, antes de crear este trocito de luna para mi, tenía un rincón. Era mi sofá donde comencé a escribir mis pensamientos y donde mi "Alma" me regalaba sus palabras. Hoy, entre Paracetamol, fiebre, agua y duermevela, me he acordado de ese lugar, y he entrado. Mil emociones se han asomado entre los cientos de líneas que allí quedaron grabadas, son recuerdos, buenos y malos, pero al fin y al cabo, recuerdos de algo vivido, y eso, es precioso.
Entre ellos, no recordaba éste, me ha retorcido por dentro, pero a la vez, me ha hecho sentirme plena, porque si bonito es querer, más bonito es saber que te han querido aun sin estar. Con eso me quedo, con el recuerdo de lo bueno, de una época diferente, de curiosidad, y de una persona que hoy en día sigue siendo mi amigo.

"Sabes? (sé que sí), es difícil escribir a alguien a quien quieres tanto, pero con quien ya no estás, no compartes esos momentos... Pero tu has sido diferente en todo, hasta en eso... Pues eres tan sumamente maravillosa, que es difícil decir algo malo de ti! Al contrario, solo me viene a la mente lo linda que eres, lo bonita, lo dulce, risueña, cariñosa... Bueno igual que eres un tanto cabezota y quejica, pero nadie es perfecto (a parte mía).

Podríamos considerar este escrito, como una de esas cartas al viento que tu escribes (valga la redundancia), que obviamente leo, a ver si te crees que de repente ya no miro tu blog y demás... Por mucho que las cosas acaben, que en mi caso siempre suelen acabar, en este caso no diría que terminara, simplemente ha diferido, ha variado el camino... Pues siempre tendrás en mi un amigo, un apoyo, y lo que necesites... Sé que no es lo mismo, pero nunca querría perderte.

Peeero, vamos a lo que vamos, que no quiero estropear el día de TU cumpleaños, uno de los días más bonitos que ha existido, desde hace 28 años, eso sí (te haces mayor), antes era uno más sin importancia... Entonces apareciste tu, así porque sí, como siempre haces... Y hale, lo revolucionaste todo! Porque es lo que mejor se te da, ponerlo todo patas arriba, hacer sonreír, llenar de luz, y animar a quien sea... Cosa que deberías hacer más contigo misma, aunque veo que lo vas intentando eh.

El 16 de marzo puede parecer un día más, pero no es posible, por que es el día de la primavera por adelantado, la primera flor de esta estación nació ese día, y año tras año se hace más hermosa... Y no hay nada que se pueda hacer contra ello, solo sonreír y admirarla.

Sé lo mucho que te gustan las fiestas, cumpleaños, navidades... Y tu sabes que a mi me gustan más bien poco, pero al lado tuya es imposible no contagiarse de tu ánimo, tu hiperactividad! Y todo lo que desprendes, así que solo me queda decirte, que eres maravillosa, que vales? No, no vales nada, pues no hay precio para algo tan valioso, que disfrutes de TU día y que perdones a este "abuelete" por todo lo que haya podido hacerte, pues sabes que a pesar de todo, siempre serás una parte importante de él.

Un beso princesita, pásalo bien, ah, y felicita a tu hermana también".

P.D.: Sí, es una bonita carta al viento.




Soñar despierto

Sonaba Una mattina de Ludovico Einaudi, la cortina dibujaba ondas producidas por la brisa en aquel atardecer de principios de Otoño. Absorta en sus pensamientos dejaba correr los segundos imaginando, o mejor dicho, soñando. No le costaba trabajo soñar, simplemente, se dejaba llevar y su mente salía de su cuerpo viajando a lugares donde nunca había estado, y deseaba estar...
 Le imaginaba junto a ella, sentados mirando el mar en una tarde como aquella, con el sol quemando el horizonte y tiñendo el cielo de rosa, algodones de azúcar (sonríe). El mar estaba tranquilo, las olas llegaban tímidas a la orilla donde sus pies se veían acariciados por ellas. La brisa salada jugueteaba con su pelo mientras cerraba los ojos para saborear el momento. Él, mantenía la mirada perdida en el horizonte, achicada por el sol al tiempo que sus dedos se hundían en la arena, aferrándose a ella, reteniendo el instante.

De repente, una ola rompe con fuerza en las rocas, ambos miran, observando cómo desaparece en un remolino de espuma dorada (sonríen). Sus miradas se cruzan, ella que nunca había podido mantenerla a nadie hacía el esfuerzo, él que lo sabía, se mostraba firme, hasta que una carcajada los lleva a tumbarse sobre la arena, que poco a poco, había perdido su calor y tornaba fría.

La risa retumbó en su pecho, hasta dejarla sin aliento, y entonces le miró, esta vez distinto, como quien acaba de cruzarse, de descubrirse entre una multitud, y le susurró...

"Eres ese silencio en medio de una plaza abarrotada que nadie siente, y que sólo yo puedo oír"

La observó (sonríe), le guiñó un ojo buscando su mano, mientras perdían sus miradas en el cielo, un tapiz bordado de diamantes con su espléndido silencio...

La cortina la despertó de su mágico sueño, la noche había llegado y mirando al cielo se dijo para si "tan lejos, y bajo el mismo cielo".

P.D.: Hay silencios que merece la pena vivirlos.


viernes, 23 de septiembre de 2016

Tarde de Verano II

"... Me tomas en tus brazos y entre caricias me llevas a la cama… me tumbas, me besas, cogiendo entre tus manos mis pechos, apretándolos, mientras me susurras que son tuyos, “solo tuyos” te susurro yo a ti, en medio de mi dulce locura, de mi abandono a tu placer y al mío.
Bajas jugando con tu lengua por mi cuello, mordiendo, besando mi ropa y apretando entre tus manos mis muslos, metiéndote bajo mi ropa para después quitarme el vestido lentamente, mientras me susurras que me deseas, que me quieres… y yo que sigo en mi nube particular, sólo alcanzo a sonreírte y cerrar los ojos para sentir cómo tus manos y tu boca me van envolviendo, acelerando mi respiración, aumentando mi calor, y deseando que me hagas el amor. Me quitas el sujetador y comienzas a lamer mis pezones, coges el derecho con tus dientes tirando levemente de él, a la vez que acaricias mi otro pezón, y los lames otra vez, los besas, y cada vez yo más cachonda, aumentando mis gemidos, que te dicen que me llevas al cielo.
Busco tus labios, que me alimentan con tu lengua dentro de mí, y vuelves a perderte en mi cuerpo, encontrándote entre mis piernas… besando el encaje de mi braguita, deslizándola lentamente por mis caderas, sembrando un camino de besos a su paso, hasta liberarse por mis pies y acabar en el suelo junto con mi vestido, mi sujetador y los miedos.
Subes de nuevo, rozando tus labios por el interior de mis piernas, llegando a mis muslos y finalmente a mi sexo, húmedo, deseoso de que lo lamas y juguetees con él, y así haces como si me leyeras el pensamiento, te pierdes en mi entrepierna, lamiendo, chupando, y hundiendo tu lengua hasta el fondo de mi coño, haciendo que me estremezca de placer entre tus sabanas y que suspire más y más profundo.
Y cuando estoy a punto de correrme, paras, subes hasta mi boca, besando mis pechos y mordiéndome en el cuello, bajándome de la nube para comer de mi boca, mientras te suplico que me folles, con tu cuerpo fundiéndose con el mío y tu saliva volviéndome a la vida.
Te quitas los boxers notando como tu cuerpo desnudo se roza con el mío, como tu sexo, duro, fuerte, se roza con el mío, que late, que ansía que estés dentro de él… entras lentamente, poquito a poco, y por fin hasta el fondo, siento un escalofrío que me recorre la espalda y te abrazo con fuerza, entrelazando mis piernas en tu cintura, aferrándome a tu cuerpo. Pones tus brazos entre mi cabeza y con cada embestida me besas, me miras, me susurras palabras que a veces no oigo pero sí siento en mi corazón, tu respiración aumenta, y tus gemidos, y mis gemidos, hasta no saber cuál es tuyo y cuál es mío… cada vez más rápido y profundo, como me gusta, como sabes que me vuelve loca, que me lleva hasta el grito y tu “shhhhh” en mi oreja, que me hace derretirme y pedirte que me lo hagas más y más fuerte…
Y de repente, te mueves rápido, frenético, nos movemos los dos, se mueve la cama, y te noto ansioso, y cómo te fundes en mi… y me miras, y con esos ojos sé que te vas a correr, que me vas a colmar de ti. Comienzas a hundirte entre mi pelo y ainss, una ola de calor que me recorre, tu gemido ahogado mi boca y mi risa, mi dulce risa de la llegada al cielo, a mi precioso tormento.
 Te miro, te observo, te abrazo y te susurro que te quiero, que te quiero mucho y te lleno de besos…te tumbas sobre la cama acurrucándome a tu lado y acariciándome la espalda, sonriéndome, mirándome, susurrándome que me quieres más y yo sonriendo digo “si si, pero yo te beso más” y con ello sabiendo que soy tuya, de el principio a fin".

jueves, 22 de septiembre de 2016

Tarde de Verano I



"Bonita tarde de verano, es un sábado como otro cualquiera y volvemos a casa paseando, saboreando los aromas de los jardines, el frescor de una leve brisa que lo envuelve todo. Me coges de la mano, me abrazas, me besas, yo te beso, te muerdo, y entre miradas risueñas, entre besos y caricias vamos pensando que hacer hoy. De repente, una gotita de agua cae sobre mi frente, pequeñita, insignificante, pero a la vez, dando a entender que solita no viene… otra gota, más grande, esta vez en tu brazo, acompañada de un “upss” y una gran sonrisa con ojos de asombro… dos gotitas más, y comienza a llover, lento, como dando tregua, pero sin pausa.

Comenzamos a correr, me adelantas, normal, yo con tacones, frenas, me ves riendo y te acercas, me apartas con la yema de los dedos el cabello mojado que se apodera de mi cara, sonríes maliciosamente y echas a correr cogiéndome de la mano. Por fin llegamos al portal, mojados, sintiendo cómo el calor sale de nuestra piel, protegiéndonos, aunque es inevitable constatar que estamos chorreando. Te subes al ascensor y yo corriendo tras de ti entro al salto, tropezando y cayendo en tus brazos “ainss que trasto” me dices pero a la vez abrazándome fuerte… hundo mi cara en tu pecho oliendo tu piel mojada. Comenzamos a juguetear, te beso por encima de la ropa llegando hasta tu cuello, sabroso mientras lo muerdo… acaricias mi espalda hasta mis nalgas y apretándolas fuerte me besas, me comes la boca, me lames los labios, yo te sigo, abrazándote por el cuello y dejándome llevar por tus instintos. Se abre el ascensor y salimos, me abrazo a ti, acariciándote, buscándote esas cosquillas que no tienes, pero que yo disfruto en su ansiada búsqueda.

Abres la puerta y entro, tras de mi cierra, me giro y ahí estas, apoyado en la puerta mirándome, observándome, sonriendo y a la vez maliciosamente comiéndome con los ojos, con el pensamiento… te respondo con una sonrisa mientras me acerco a ti, entrelazo mis dedos con los tuyos, me voy rozando contra tu cuerpo, sintiendo el calor que emana y que me hace buscar tus labios de nuevo como en el ascensor. Ahora en la intimidad del salón y en el silencio de las paredes que nos rodean, que solo se rompe por mis suspiros y tus leves gemidos.

Desabrocho uno a uno los botones de tu camisa, con cada uno un beso en tu pecho y una caricia con la punta de mi nariz, que me lleva hasta tus pantalones… húmedos, pegados a tu cuerpo, pero resbaladizos en cuanto los desabrocho y dejo a merced de la gravedad. Continúo besándote, acariciándote con mis manos y con mis labios, sintiéndote en cada caricia más mío, y deseándola más y más… te quito los pantalones y te descalzo besándote los pies, vuelvo a subir, despacio, viendo cómo te pones tenso y a la vez relajado, llego a tu sexo, está inquieto, lo beso sobre tus bóxers y continúo en mi paseo veneciano hacia tu boca… dejo caer tu camisa y me abrazo a tu cuello lamiéndote primero los labios suave y dulcemente, después besándote y finalmente, bebiendo de tu boca, jugando con tu lengua, mordiéndote y respirando de ti..."

martes, 20 de septiembre de 2016

Ahora

Llevo días paseando por este trocito de Luna que es mi rincón. He estado tiempo sin escribir, bien por no tener nada que decir, bien porque llega un momento que te niegas a vivir en el pasado, a vivir de recuerdos que aunque te hicieron inmensamente feliz, duelen, y por ello, hay que dejarlos ahí.

En este tiempo me he planteado varias posiciones, seguir avanzando sin mirar atrás, borrar a esas personas de mi entorno, hacer como que no han existido, pero francamente, siendo como soy, me es imposible; así que la otra opción es aprender a vivir con ello, afrontar que una vez estuvieron y me hicieron feliz, y ahora, simplemente son un recuerdo y punto. A veces, cuesta, somos humanos y sentimos, pero a la larga, es una buena decisión.

Ahora leo algunas entradas y siento cierta vergüenza, por haberme abierto así, en canal, dejando mi alma al desnudo y sin protección, pero en otras veo lo feliz e inspirada que estaba, así que compensa. Es bonito haber sentido así, haberlo vivido tan intensamente, saberte querida aunque doliera, que hasta da un poco de vértigo. Pero como siempre he dicho es lo bueno de vivir, que tiene sus cosas buenas y malas, pero son las que nos hacen ser como somos y es lo que importa.

Hace un tiempo una persona que quería y quiero, decidió que tenía que alejarse de mi, no podía vivir en esa espiral de engaño, amor, deseo y mil sentimientos más. Me dolió, porque los años no se borran de golpe y cuando se quiere se quiere, pero por otro lado, llegaría, porque no era justo y porque hay almas que se cruzan tarde, que emiten una luz impresionante juntas, pero que sus caminos no deben ir juntos como quizás querrían, y por lo tanto, aunque hay decisiones que duelen, son lo mejor. Evitan que te estanques y no puedas avanzar hacia un futuro que puede dar más luz, y que será tuyo de verdad.

No sé si es madurar, o simplemente, aprender que hay piedras que aunque gusta de que estén en el camino de tu vida, no deberían estarlo de esa "forma", porque a la larga se convertirán en un lastre para tu vida y tu alma.

Y lo verdaderamente interesante, he conocido gente nueva, buena gente, gente no tan buena, pero en mi está el separar el grano de la paja. Aunque hay una Luz, está ahí y yo aquí, dos personas que se descubren en un mar de letras, con puntos en común, con otros que no, pero me gusta que esté ahí. Me gusta leerle, me gusta lo que transmite, es aire fresco; no es mucho, me sobra. A veces, solo necesitamos una pequeña Luz que nos ilumine un poco y nos devuelva, aunque sea una milésima, la confianza en el ser humano.

P.D.: Si Roma no se construyó en un día, mi alma no iba a ser menos.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Tu alma decide...

En qué momento tu alma decide que ha dejado de sufrir por alguien? Dura pregunta que te haces a ti mismo. Yo me la recuerdo de vez en cuando, al fin y al cabo, en algún momento mi alma tomará la decisión.

Piensas que el tiempo es la mejor medicina, otras veces, que el hecho de que aparezca otra persona que te deslumbre, hará que tu alma vuelva a revivir, como esa planta que te dejas sin regar en vacaciones y cuando vuelves, madre mía! Pero realmente funciona? El tiempo u otra persona? Sinceramente creo que no, puede ayudar, es innegable, pero que lo borre todo de un plumazo mmmmmm me huele a cuerno quemado.

El tiempo te ayuda a relajarte, a ver las cosas desde varios puntos de vista, a borrar fotos (porque ahora las llevamos en el móvil, y no nos ponemos tan DramaQueen frente a la chimenea quemando fotos y maldiciendo Ayyy!), a llorar, porque se llora, en silencio, a solas, o cuando te dicen "Oye, cómo vas?"; qué graciosos, te ven con la mirada perdida, y todavía necesitan que les digas cómo estás, "pues bien, divinamente!" ("ya que ardieras" piensas mientras sonríes en un suspiro). El tiempo puede ayudar, pero no, el tiempo no es la clave.

Quizás distraerte, conocer gente nueva (hombresss), hacer muchas cosas que hagan que los días fluyan sin darte cuenta. Ayuda, pero de qué sirve conocer gente nueva cuando tienes un rum rum en la cabeza con su cara flotando todo el día, es como si te hubieran dando un golpe y en vez de pajarillos revoloteando, tuvieras su cara amargándote el atontamiento.

Luego está esa cosa que nos pasa cuando nos hacen daño, cuando nos estrujan el alma y la pisotean cual colilla en la puerta de un bar, La Confianza, sí, esa palabra, esa sensación, esa maldita emoción que nos hace tirarnos por un puente, firmar una hipoteca al 10%, o lanzarnos con un paracaídas roto a sabiendas que la hostia va a ser épica; pero, es que confiamos en esa personita, sí, esa que nos ha despertado la tontería en el cuerpo, que nos pone como un animal en celo nada más oír el bip del teléfono, porque claro, sabes que es él (ya te ocupaste de personalizar el sonido de sus notificaciones), que te baja la luna (o eso crees) y que en fin, que te ha hecho enamorarte hasta los más bajos instintos, vamos, que estás perdido. Pues sí, ahora que todo se ha ido a tomar viento, te planteas el volver a confiar... JA! Cómo? Pues se supone que hay que hacerlo, pero claro, cuando aparece esa persona que te hace reír, que te gusta lo que ves, que es interesante, que es Inteligente! Piensas, y cómo me creo yo que esta persona cuando habla lo hace de verdad? Que no será otro cantamañanas más o simplemente, uno que pasaba por allí... Si antes estabas perdido, ahora estás bien jodido.

Porque como es de costumbre, no pensamos más allá de lo nuestro, de nuestro dolor, porque al fin y al cabo, todos tenemos alma (o eso se supone) e igual que a ti te la han pisoteado, porqué a él no, quizás piensa igual que tú, quizás "necesita tiempo" igual que tú, quizás desconfía igual que tú. quizás tiene Miedo igual que tú, sí, miedo, porque también nos da miedo sentir "mariposillas" en el estómago de nuevo.
Quizás está esperando que su alma decida en qué momento ha dejado de sufrir por alguien, no crees? O no.

La clave no es más ni menos que ya te cruzarás con él, tu corazón se desplomará como un castillo de naipes y, en ese instante, tu Alma habrá pasado de página, capítulo y hasta de libro.

P.D.: Lo jodido es que ese día no tengas ningún castillo de naipes en el corazón.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Sus Ojos IX


Azules, sin duda, eran azules... Aunque fuera un adicto a los filtros, a los encuadres imposibles, o simplemente, a su intimidad. Eran azules, del azul del océano, del azul del cielo en un día de verano, del azul de esa orquídea imposible, o del azul del Mediterráneo, como a mí me gustaba llamarlo.
Ese azul que transmitía intensidad, una mirada quizás atormentada por un pasado que pesaba como una losa, o simplemente, porque su mirada estaba a la altura de sus palabras.
Lanzaba versos al viento en un intento de disolver los recuerdos, esos que a veces, nos hacen tragar saliva y achicar la mirada. Versos creados en un laberinto de sentimientos encontrados, de anhelos en construcción, de un enamorado de las fórmulas, de un hombre que sin esperarlo, era poeta sin creerlo.
Leía cada verso, cada vestigio de un recuerdo, reconozco que me costaba conocerlo, reconozco que me suponía un reto, pero poco a poco, esa mirada que parecía diluida en un mar revuelto fue tornando nítida, fuerte, expresiva, en cada hilo que susurraban sus dedos, quizás en un intento de quien necesita respirar profundo para soltar lastre... O quizás, por el gusto que da que te digan que eres bueno, cosas del ego...
Yo prefería pensar que eran cosas de una conspiración de su alma, que un día era luz, con su ingenio y maestría, y al siguiente, era una resplandeciente oscuridad, que jugaba con las palabras, que sin más, intentaba ser todo. Ser nada.
Divagando un día esa mirada reservada, me confesó que le gustaba el silencio, ese que no es soledad, sino simplemente refugio, consuelo, arropado por una buena Ópera, por el mar embravecido... O como me dí cuenta con el tiempo, tan solo para disfrutar del camino.

Así eran sus ojos. Así le veían los míos... Tan solo era el comienzo, del Azul en mi camino.

P.D.: Hay vértigos que merece la pena vivirlos.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Casa!!!

Hay personas que son hogar... Suena a topicazo, pero es verdad. Cada uno tiene esa persona que le transmite seguridad, desahogo y mil sensaciones más relacionadas con el "estoy a salvo".
Yo tengo una... Desde que entró en mi vida me ha dado muchos quebraderos de cabeza, quizás más que alegrías, pero siempre ha estado ahí, y eso, hoy en día, es de agradecer.
Era, el típico despreocupado de la vida, el que podía hacerte reír y a la vez follarte los sentidos, el de hoy lo quiero todo y mañana nada, el de "ven al sofá que vamos a pasar la tarde haciendo nada", el que sufría si sufrías, y el que escondía su sensibilidad a golpe de mirada esquiva.
Era único destruyéndote con una sola palabra, pero a la vez, era capaz de arrastrarse para coger cada trozo de tu alma, reconstruirte, y hacerte mejor...
Era amante, era cómplice, era compañero de batalla, de esa sin espada, pero sí de lengua afilada, era ese trozo que rellena el alma, era confidente, era mente inexplorada...
Era todo y nada, y aunque ya no es "nada", ahora es Amigo... Ahora es Casa.

P.D.: Hay personas que entran en nuestra vida para quedarse, simplemente, necesitan tiempo para acomodarse en tu corazón.