Tantas cosas por decir... Y no saber por dónde empezar...
Podría empezar por decirte lo mucho que me gustaba cómo me mirabas entre la multitud, cómo me descubrías, cómo me iluminabas con tu cielo... Podría empezar por ahí... O por cómo me hacías reír hasta quedar sin aliento con una tontería, con una historia increíble, incluso siendo borde, me hacías reír... Podría empezar por ahí.
Por un segundo, mi mente se centra en lo mucho que me gustaba cómo me consolabas, cómo hacías que mis lágrimas cesaran y olvidara, cómo tus brazos me llenaban, me encantaba... Podría empezar por ahí.
En tus silencios, tus largos y profundos silencios, aunque te decía "eh!!", me gustaban, siempre me gustó que fueras así, silencioso, reservado, porque tal como eras, eras perfecto para mi... Podría empezar por ahí.
Por tus ojos, por tus labios, por tus manos, por tu pelo, por tus pies, por tu pecho, por tu piel, por tu voz, tu voz... Podría empezar por ahí.
Tantas cosas por decir, pero ninguna comparable a lo que mi alma llegó a sentir.
P.D.: Y eso, no hay palabra que lo describa.
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