Cae la noche y con ella mi deseo por ti se hace intenso, fuerte, me ahoga en un torbellino de emociones y sentimientos encontrados... Tu ausencia se hace insoportable, mi anhelo por ti es como un mar en tormenta donde mi única salvación son tus manos recorriendo mi piel, tus labios devorándome, tu lengua saciándose de mi,... y tus ojos, tan profundos como el océano, perdiéndose, encontrándome, entre tu mundo y el mio, entre tu piel y mi piel, entre mis sábanas y tu placer...
P.D.: Si el echarte de menos fuera un rio, este sería el más largo jamás visto...
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