Horas que vienen que van, que pasan, sin más... La lluvia me acompaña, sé, que nos acompaña... Aunque no llueva, en nuestra distancia... Vienes a mi mente, te pienso, te imagino, en tu mundo, en tus silencios, en tu soledad, en tus sonrisas y en tus lamentos; te imagino, en tus días malos y buenos, en cada uno de los suspiros que se pierden entre los recuerdos... Dejo mi mente en blanco, perdida en tus besos, en tus caricias, en cada una de las razones por las que mi alma cada día, te grita... De repente, una canción, un aroma, una carta, una foto... Te hace más fuerte en mí... Y me recuerda, que las horas, pasan poco a poco, pero pasan... Que mi mente luchará eternamente contra mi alma, que mis gemidos, mis suspiros, mis anhelos y deseos, tienen tu nombre escrito a fuego... Tú, mi Dueño... Que cada susurro que lanzo al viento, lleva un destino... Tu puerto... Que las horas pasan infinitas entre tus recuerdos y mis días... Que cada vez que apareces en mi lluvia, me iluminas con tu cielo...
P.D.: Noches en vela, miles de recuerdos, pensamientos; pero sin duda, susurrando a tu oido lo mucho que te deseo... Y sin más, te muerdo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario