"Cómo fue posible?" se dijo para sí, mientras una triste sonrisa asomaba entre sus labios, cómo haber llegado hasta ahí, cómo tantos momentos, cómo tantas risas, besos, caricias, miradas... Y ahora, sentada en un banco de la estación, esperando un tren que la devolvería a su vida, a otra realidad, a la que no le gustaba tanto, pero que no podía cambiar... Miles de pensamientos revoloteando por su mente, buenos, llenos de alegría, de deseo desenfrenado, de provocación, de noches sin dormir en sus brazos, de susurros, de gemidos, de suspiros, de pasión descontrolada y de entrega en estado puro... Por otro lado, nervios, nervios del primer día, de la primera caricia, ausencia, de los días en los que estando, no existía, de no ser suficiente, de miradas frías, de silencios eternos y vacíos, de un no saber por qué, de momentos malos y tristes, de noches en vela sin saber dónde está... Pensamiento a pensamiento, se mezclaban sonrisas, una lágrima, una medio risa, un pañuelo que se busca en el bolso, susurros que solo su alma entiende, y un largo suspiro lanzado al viento, sin rumbo, buscando el ahogo, buscando el más profundo desaliento... Buscando en cada desconocido, su rostro, en cada mirada, un "no te vayas", en cada boca, un "sin ti no puedo"... Mas no tenía que buscarlo, porque siempre había estado a su lado...
En cada búsqueda estaba él, a su lado, susurrando cada "no te vayas", cada "sin ti no puedo", no eran solo palabras, eran hechos...
P.D.: Cada persona siente de una forma, ama de una forma, no por ello, se quiere menos o más... Porque la muestra más sincera de amor, es la presencia de esa persona, y ninguna otra... Lo importante, saber diferenciar...
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