En medio, siempre en medio... Así es como se sentía ella ante ciertas relaciones que tenía... Amigos, no tan amigos, amantes, conocidos, familiares, vamos, personas de su día a día, personas que quería o apreciaba, alguna que otra, incluso que amaba... Estar en medio era algo que no le gustaba, puesto que eso conllevaba tener que decantarse por una u otra... Eso la cansaba, la agotaba, y sobre todo, la angustiaba... Ella, que siempre corría al rescate, no podía decidirse por blanco o por negro, podía opinar, pero no invertir la balanza, si las personas implicadas no estaban dispuestas a destensar la cuerda... En una ocasión, se enfrentó contra un gran dilema, a favor o en contra, en principio podría ser fácil, mantenerse al margen, pero no, en esta ocasión, no podía; dos personas tan importantes para ella, dos personas que formaban parte de su vida y su corazón, enfrentadas, molestas, indignadas... Una parte con su razón, la otra con la suya, y ella en medio intentando limar asperezas... Asperezas tan profundas que se necesitarían muchas limas, días de tantear terrenos, de intentar alisar y dar cordura, sin duda, en vano, pero intentándolo... Llegado el momento, un último suspiro, pero no... Ante esa situación, y teniendo en cuenta todo, solo quedaba apartarse... Razones podían tener ambos, orgullo demasiado, pero conforme ella lo veía, tenía su propia opinión y visión... Les quería mucho, le quería mucho más...
Por una vez, dejó de estar en medio...
P.D.: A veces, los silencios ocultan grandes razones, no por ello, se quiere menos o más... O se aprecia o se ignora, ni mucho menos... En medio, simplemente, conoces ambas razones...
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