Sonreiste... Y con ello, me iluminaste... Me rozaste... Una descarga me recorrió de la cabeza a los pies... Susurraste... Mi cuerpo a ti se entregó... Me acariciaste... Mi piel presa de tu calor... Besaste... Mi sed de ti, saciada fue... Me mordiste... Entre tus brazos enloquecí... Miraste... En tus ojos nací... Me amaste... Para tu cuerpo viví...
P.D.: Tus huellas fueron mi camino
Preciosas palabras.
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog, si me lo permites seguiré cerca
Un dulce beso
Bienvenida :)))
ResponderEliminarMuaaaaaa