Domingo... Hace un viento de mil demonios, Me encanta!!! y sí, hace un frío que te mueres, pero como me entusiasma el otoño con todos sus matices y acciones, pues, divinamente!!!
Ayer el día comenzó algo nublado, mejor dicho, lleno de nubarrones, pero poco a poco se convirtieron en lluvia y viento, y fue dando paz y sosiego a mi alma... El día transcurrió hasta altas horas de la noche en el campo, con la chimenea encendida, con el ruido de la lluvia y los árboles, y con las risas y conversaciones dignas de amigos que hacía tiempo que no se veían y que tenían muchas cosas por contarse... Eso sí, todo amenizado por los peques, la hija de mi prima, Inma, que considero mi sobrina, está para comérsela con su ingenio y sus ganas de descubrir el mundo que la rodea; Alejandra, la peque del grupo, ya tiene su primer diente, y no extraña a sus padres, ha salido toda una fiestera; y por supuesto, María, cómo se iba a llamar sino, que tan solo le quedan unas semanas para venir al mundo, no sé por qué me da la sensación de que nacerá en noviembre, y no en diciembre...
Hubo fiesta, hubo risas, hubo momentos para pensar, para recordar, y sobre todo, hubo un momento para leer... Y sí, me gustó lo que leí, aunque creo que falta algo, pero eso poco a poco irá saliendo, fluyendo, lo que está claro es que sí, mucho blablabla, pero en el fondo cada día escribes mejor...
Bebí sangría, no sé cuanta, el postre me salió divino, sin leche, gracias a mi sobrino Pedri que aunque me hace rabiar, termina haciendo lo que yo digo y sin rechistar... La velada terminó con el coche sin batería y tiradas en el campo... Si soy un trasto, lo soy para todo, y el coche no se iba a librar, eso sí, con una gran sonrisa, tras el día vivido...
P.D.: Poco puedo decir que no haya dicho antes, fue un día inolvidable... Y que vengan muchos más...
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