Las caricias se repitieron hasta las primeras luces del amanecer... La luz se abría camino entre las cortinas, iluminando el cielo de tus ojos... Un beso, un susurro y mis ojos se despertaron a tus encantos... Una caricia, un bocado y de nuevo, mis piernas a tu cuerpo se aferraron... Tus manos en mi, mi boca memorizando los caminos de tu piel... Mis suspiros al viento, tus gemidos en mi piel, tu cuerpo devorándome una y otra vez... Embestidas, caricias, palabras, gemidos, tu calor y el mío, suspiros, miradas, gritos... En el último susurro nos hicimos eternos.
P.D.: Gemidos ahogados en tu boca... Respirarte me hace vivir.
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