Sus manos se rozaron por última vez... Suspiros ahogados en lágrimas contenidas... El frío les envolvía, sin embargo, ardían... Palabras nunca dichas floreciendo en sus bocas, acariándoles, marchitándose en el viento que un día los unió... Sus miradas se cruzaron, él le beso esa lágrima susurrada... Ella grabó en su memoria su aroma... Él hundió sus dedos en sus largos cabellos... Ella sostuvo entre sus manos su rostro, sintió su calor... Su nariz fría recorrió sus facciones, memorizando, descubriendo, recordando... Y de repente, él la miró, como hacia mucho tiempo que no lo hacía... Ella sintió sus ojos mirándola, y abrió los suyos... Le sonrió... La iluminó... Él le besó el cuello, sintió cómo le temblaba el cuerpo... Ella le abrazó... Y sin más, un beso los unió... Lento, suave, delicado, húmedo, ansiado, deseado, devorador, eterno... Se respiraron, se bebieron, se comieron hasta el último aliento... Le acarició la cara con la yema de sus dedos, construyendo el nuevo camino... "Quédate" susurró en su cuello... Le sonrió de nuevo... "Te quiero" le susurró al viento, llevándose con él una lágrima... Aquella, por la que sus manos se rozaron de nuevo...
P.D.: Él se quedó allí parado, abatido, en desaliento; ella comenzó a caminar, lento, entre sollozos, entre suspiros... Se desvanecía entre la gente, como una silueta más, él la buscaría hasta conseguir su ansiada eternidad, su único aliento y latir... Su razón... Ella...
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