El viento fluía cual huracán recorriendo las calles... Ella, se colocaba una y otra vez su bufanda... Él, soplaba entre sus manos heladas... La gente caminaba, iba de un lado a otro, como hojas levantadas por el viento del otoño... La plaza vivía entre gentes, que parecían hojas, entre el viento, cual huracán, entre una bufanda y unas manos heladas, que no se terminaban de encontrar... Un sombrero se liberó, unos apuntes corrieron tras él, liberándose con él... Risas, prisas, la bufanda al suelo cayó... Un salto y el sombrero apresado de nuevo se halló... Su cuello desnudo descubrió, sus manos vacías no encontró... El viento en un susurro se silenció... Sus miradas se cruzaron, una bufanda sus caminos unió...
P.D.: Lo inesperado, esa delicia...
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