Inocente, inofensivo... Así es como te cuelas entre mis curvas y las sábanas que nos dan abrigo... Un bocado en el cuello, un sin fin de sensaciones, escalofríos, cosquillas, risas y hasta ganas de que ese bocado, sea el inicio de un largo festín de mordiscos... Tu lengua juega con mi piel, tu boca muerde, tus labios curan, tu lengua enciende y de nuevo, vuelta a la locura... Tu saliva me acaricia entre besos y miradas, tus manos me recorren lento, con decisión, descubriendo el mundo que conquistaste, la luna que se te entregó... Las caricias desembocan en gemidos, los besos en suspiros, mientras tus susurros ahogan cada uno de los movimientos de tu cuerpo en el mío... Cómo no abandonarme a tu cuerpo, si con el primer beso en el cuello, mi cuerpo ya no era mi cuerpo, mis sentidos no eran míos, y tus gemidos... El aire que yo respiro...
P.D.: Ser uno, ser dos... Más saber que no hay ni uno ni dos, tan solo Tu y Yo
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