Sus ojos brillaron en la oscuridad presos de un océano de lágrimas... Su corazón se aceleró a punto de estallar, sintiendo cómo su sangre corría viva, frenética por sus venas... Un suspiro largo, eterno, lleno de amargura y tristeza, voló suave y delicado entre el viento, sintiendo cómo su vida se iba en ese último aliento... Su alma se retorció por última vez, abandonando su cuerpo en el abismo de su pesar, convirtiéndose en eternidad, donde el dolor no volvería jamás...
P.D.: Así murió un cuerpo, así se entregó un alma a la eternidad...
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