Aún escucho tu risa mezclada con palabras, fundida entre miradas... Aún siento el calor de tus ojos desnudando los míos, hablándome, susurrándome... Aún siento tu aliento despertando mi piel, erizando mis sentidos... Aún noto tus dedos recorrer mi cuello, mi espalda, en un paseo sin fin, un profundo escalofrío... Aún siento tus brazos aferrándose a mi pecho, mis piernas entrelazadas a tu cuerpo... Aún siento tus manos, tus labios... Bebiendo de mi sexo... Aún siento el deseo de tu piel, el calor y las ganas de tu ser... Aún siento tus manos poseyéndome una y otra vez.
P.D.: Hasta no saber, dónde comienza tu cuerpo y acaba mi piel...
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