La noche nace, la oscuridad baña las calles... Apoyada en la ventana, observo cómo las estrellas tímidas comienzan a brillar en el cielo, cómo el viento poco a poco se convierte en una suave brisa, cómo la ciudad muere y nace, las risas, los coches, el olor a leña quemada, que inunda mi habitación al abrir la ventana, mi cama llena de apuntes, una vela encendida que se consume poco a poco... Y de repente, tu recuerdo, en las cartas que te escribo, en cada una de ellas, las que te envío y las que guardo como un tesoro, tu sonrisa hablándome de tus días, tus suspiros ahogados en el cansancio, tus susurros perdidos en mi cuello, tus gemidos, entrelazados a cada uno de los pliegues de mi cuerpo, tus ojos, tu piel, tu boca, y hasta puedo sentir tus manos abrazándome otra vez, pero es tan solo eso, tu recuerdo...
Nace la noche, la oscuridad baña las calles, el viento se sosiega, los aromas fluyen, y tu recuerdo regresa, como cada día, como cada noche... Eclipsando mis días, iluminando mis noches...
P.D.: Recordando, observando, sonriendo, llorando... Enviando cartas al viento, entre susurros silenciados...
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