La noche cubre las calles, el frío viento susurra entre las ventanas, la luna ilumina creando hilillos de escarcha... Preciosa postal, para esta noche que nos aguarda... Las velas encendidas, inundando la estancia; el agua ardiendo deseando ser utilizada... Los aromas fluyen, la espuma crece construyendo nubes entre nuestras miradas... Primero un pie, luego otro, los músculos se relajan, la piel se sosiega, el cuerpo se pierde y mi mente, entre suspiros, a tus manos se entrega... El calor que desprenden nuestros cuerpos, el calor que desprende el agua, el calor de las velas, y así entre caricias, gemidos, suspiros y miradas, nuestros cuerpos se funden en uno, en una sola cosa, en una sola alma... La oscuridad nos rodea, las velas se consumen, escucho tus manos en mi, siento tus susurros nublando mi mente, encendiendo mis instintos, ordenando, poseyendo mi piel, mi pelo, mi labios y anhelos, poseyendo cada rastro de vida que existe en mi, y más allá de mi sexo... Te siento en mi, o yo en ti, más cómo saber, quién es quién, cuando dos almas se unen en un solo latido, en un solo ser...
P.D.: Testigos mudos de esta fusión... La noche, el viento, la luna, y el ardiente agua, que los unió en su placer...
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